Rosácea
Escrito por Jessica Tapia, MD
Si tienes problemas con la rosácea, probablemente estés familiarizado con los brotes de rosácea. La causa de la rosácea puede estar relacionada con factores como la influencia de ácaros microscópicos, la irritación de la piel, la respuesta inmunitaria, la herencia, y factores desencadenantes como el alcohol, el ejercicio, la exposición al sol, y ciertos medicamentos.
La piel de cada persona es diferente y existen diversas razones por las que puedes experimentar brotes. Hablaremos sobre los diferentes desencadenantes de la rosácea y cómo afectan a tu piel.
¿Qué es la rosácea?
La rosácea es una dermatosis inflamatoria crónica que afecta la zona central del rostro, caracterizada por episodios transitorios de rubor, enrojecimiento, teleangiectasias, pápulas y pústulas. La rosácea puede afectar a personas de todos los tonos de piel, pero suele identificarse más fácilmente en personas con tonos de piel claros.
Las causas de la rosácea aún no se han descubierto por completo, pero hay estudios que confirman que la rosácea es hereditaria, por lo que la genética puede influir. Otra posible causa es el ácaro demodex. Este es un ácaro que vive en la piel de todos, pero muchos estudios encontraron que hay una gran cantidad de este ácaro en los pacientes con rosácea.
Síntomas de la rosácea
Ahora que sabemos qué es la rosácea y algunas causas potenciales, hablemos de algunos síntomas y signos comunes de la rosácea:
Enrojecimiento facial
El enrojecimiento persistente es un signo común de rosácea. Este enrojecimiento de la piel del rostro suele centrarse en las mejillas y la nariz. Comúnmente puede ocurrir durante un brote de rosácea y a menudo se siente como si tus mejillas se calientan como si te estuvieras sonrojando.
Vasos sanguíneos visibles
Otro signo de rosácea son los pequeños vasos sanguíneos visibles que parecen “rotos” o más visibles, a menudo alrededor de las mejillas y la nariz.
Piel sensible
La piel propensa a la rosácea tiende a ser muy sensible y puede irritarse fácilmente. Por eso te recomendamos mantener tu rutina simple y ser gentil con tu piel.
Acné
Algunas personas con rosácea también pueden experimentar acné o brotes como síntoma. Estos tienden a aparecer y desaparecer y pueden aparecer como pequeñas protuberancias rojas en la piel.
Engrosamiento de la piel
Un síntoma más raro de la rosácea es el engrosamiento de la piel. Esto generalmente se ve en la zona de la nariz y deja la piel con una textura irregular y con bultos.
Como se mencionó anteriormente, la piel de cada persona es diferente, por lo que cada persona que padece rosácea puede experimentar signos o síntomas diferentes.
Rosácea ocular
La rosácea ocular es una afección que a menudo acompaña a la rosácea facial. Los síntomas incluyen inflamación de los párpados, la conjuntiva, el iris, la esclerótica y la córnea. Estos síntomas pueden causar prurito, enrojecimiento e hinchazón de los ojos. Es importante tratar la rosácea ocular para evitar complicaciones oculares más graves.
¿Qué causa la rosácea?
Aún no se conoce la causa exacta de la rosácea, un trastorno cutáneo persistente que causa enrojecimiento, granitos y vasos sanguíneos perceptibles en la zona central de la cara, aunque se han identificado varios factores de riesgo.
Bacterias en la piel
Existe cierta evidencia de que los brotes de rosácea son provocados por una bacteria que vive dentro de pequeños ácaros llamados Demodex folliculorum en la piel. Esta bacteria es bastante común en pequeñas cantidades y generalmente no es dañina, pero puede agravar afecciones preexistentes como la rosácea. Es más probable que desarrolles un brote si tienes antecedentes familiares de esta afección.
Exposición a los rayos ultravioleta
El sol también puede ser uno de los principales culpables de crear vasos sanguíneos adicionales que causan enrojecimiento y desencadenar un brote. Cualquier cosa, desde la luz del sol hasta productos para el cabello (imagínate eso), puede causar un brote inesperado que puede durar horas, provocando que tu cara arda o piqué durante lo que parece una eternidad.
Cambios hormonales
Las fluctuaciones hormonales también pueden influir. Algunas mujeres experimentan rosácea por primera vez o ven que empeora durante el embarazo. Otras tienen un brote durante la menopausia.
Factores externos
Otros desencadenantes comunes de la rosácea son la comida picante; bebidas calientes; alcohol; ejercicio; estrés; productos que pican o sienten hormigueo cuando se aplican; y temperaturas extremas, incluidos baños y duchas calientes.
Es posible que factores como estos que causan un brote no tengan ningún efecto en otra persona, por lo que es importante saber qué agrava tu condición.
Conocer los factores desencadenantes y realizar cambios sencillos en la vida diaria puede reducir drásticamente los brotes de rosácea.
¿Cuáles son los desencadenantes comunes de la rosácea?
Si bien hay muchos factores que podrían estar desencadenando la rosácea, es importante tener en cuenta que cada persona puede tener diferentes desencadenantes personales. La mayoría de las veces no se necesitan ni usan pruebas médicas para identificar los desencadenantes de la rosácea. Comprender sus desencadenantes (y recibir un tratamiento eficaz) puede ayudarte a controlar tu rosácea.
Algunos de los desencadenantes más comunes son:
Calor
Una mayor exposición al calor puede provocar brotes. Esto puede incluir baños calientes, humedad, clima caluroso, bebidas calientes como café o té, y más.
Luz de sol
La luz solar y la exposición al sol fueron otro desencadenante común. Recomendamos mantener tu piel protegida mientras esté al aire libre con un protector solar apto para pieles sensibles y ropa protectora como un sombrero.
La comida picante
Los alimentos picantes también pueden ser desencadenantes de la rosácea, probablemente debido a la capsaicina, la sustancia química que hace ciertos alimentos picantes. Esta sustancia química desencadena el "picante" que se siente al comer alimentos calientes o picantes, lo que puede empeorar los brotes de rosácea.
Alcohol
El alcohol es otro desencadenante común de la rosácea. Beber alcohol puede provocar un aumento de la inflamación y brotes posteriores.
Tomar nota de tus brotes de rosácea puede ayudarte a comprender cuáles son tus desencadenantes personales.
Por ejemplo, si notas que comer alimentos picantes empeora los síntomas de la rosácea, puedes intentar minimizar la cantidad que consumes.
¿Cómo se trata la rosácea?
Después de comprender los signos, síntomas y posibles desencadenantes de la rosácea, hablemos sobre el tratamiento de la rosácea.
La rosácea es una afección crónica de la piel, por lo que recomendamos consultar con un médico estético o dermatólogo para recibir un tratamiento experto para tu piel.
Algunos de los mejores tratamientos incluyen:
Tratamientos tópicos y orales
Es fundamental seguir la receta de un médico para el uso de cremas, medicamentos o tratamientos específicos para la rosácea. La prescripción médica asegura que el tratamiento sea adecuado para tu tipo de piel y condición específica.
Tratamiento con láser
El tratamiento con láser puede ser una opción efectiva para hacer que los vasos sanguíneos agrandados sean menos visibles. Además, ayuda a manejar síntomas como la hinchazón y los moretones. Este tipo de tratamiento también puede abordar condiciones como la telangiectasia y la rinofima, proporcionando una mejora significativa en la apariencia de la piel.
Luz pulsada intensa (IPL)
También conocida como fotofacial, utiliza un amplio arco de luz que penetra todas las capas de la piel para tratar los capilares rotos y el enrojecimiento facial general al mismo tiempo.
El tamaño del cabezal del dispositivo IPL permite el tratamiento rápido de áreas grandes, una ventaja para pacientes con enrojecimiento.
BroadBand Light (BBL) es uno de los tratamientos IPL más efectivos y populares disponibles para pacientes con rosácea. En Juvenalia Brío, contamos con el tratamiento de BroadBand Light (BBL).
Ácido azelaico
Un tratamiento suave que tiene propiedades antibacterianas y antiinflamatorias. Dado que el ácido azelaico generalmente se tolera bien, es una excelente opción para la piel propensa a la rosácea. ¡Ayuda a calmar el enrojecimiento, reducir los brotes y es seguro usarlo durante el embarazo!
Retin-A
Puede parecer contradictorio como tratamiento útil para la rosácea, dado lo irritante que puede ser, pero los médicos estéticos y dermatólogos dicen que es una solución eficaz.
¿Se puede curar la rosácea?
Actualmente no existe una forma segura de deshacerse de la rosácea de forma permanente, pero la enfermedad inflamatoria de la piel se puede controlar.
Es importante recopilar información sobre los síntomas, factores desencadenantes y antecedentes médicos y familiares para establecer el diagnóstico de la rosácea y el plan de tratamiento adecuado.
Comienza evitando cualquier cosa que provoque que los síntomas de la rosácea se agudicen. El cuidado de la piel también puede jugar un papel importante en el control de los síntomas de la rosácea.
Usa protección solar. La luz solar de amplio espectro es el principal desencadenante de la rosácea.
Tu primera defensa es un protector solar todos los días, ya sea que vayas a pasar mucho tiempo al aire libre o no. Los protectores solares pueden irritar la piel sensible, por lo que las formulaciones minerales físicas (busca dióxido de titanio u óxido de zinc) pueden tolerarse mejor.
Recomendamos que te laves la cara y te bañes con agua tibia. El calor hace que los vasos sanguíneos se expandan, lo que provoca enrojecimiento.
Utiliza productos para el cuidado de la piel suaves e hipoalergénicos formulados para pieles sensibles. Busca limpiadores y humectantes que no contengan fragancias ni alcohol.
Además, ingredientes como el extracto de regaliz pueden reducir el enrojecimiento. Un buen régimen de cuidado de la piel proporciona un entorno saludable para la piel. Luego se pueden agregar medicamentos.
“La rosácea es una afección cutánea crónica que causa enrojecimiento, inflamación y brotes en el rostro, especialmente en las mejillas y la nariz.
Su causa exacta se desconoce. Factores como la genética, ácaros demodex, cambios hormonales y desencadenantes externos como el calor, el sol y ciertos alimentos pueden provocar brotes.
Este padecimiento puede controlarse mediante tratamientos médicos, cuidado de la piel adecuado y evitando los factores desencadenantes personales.”
